domingo, 10 de julio de 2011


(escrito el lunes 4 de julio de 2011, entrada la noche, aún hoy, después de las típicas noches de alcohol post examen/promoción y sms matador, mantengo todo lo escrito, que andes de 10 pibe!)
Justo hoy tenías que resurgir, aparecer como hace tanto no lo hacías, dejándome en carne viva nuevamente. No hiciste nada, excepto enterrarte bien adentro mío y con nada puedo sacarte. Pasan días, meses, años, personas, historias, pero seguís estando ahí, en el mismo lugar de siempre. Aunque todo, y a pesar de todo, te encontrás en el lugar de la persona, LA PERSONA, habiendo marcado mi vida, sin intención, jugando como vos bien sabés. Nunca tuve a alguien tanto tiempo en mi memoria, y habiendo vivido tan poco junto a vos, casi sin conocerte, hoy sos el que hace que mis sentimientos y emociones sean tan cambiantes, que se me llenen los ojos de lágrimas sin explicación, que ya no confíe en nada ni en nadie, porque me van a decepcionar tanto como vos; a cada lugar, cada cosa, cada persona que veo, me hace recordarte, veo tu nombre en todos lados, y aún creo que fue hoy cuando te llamaba de esa forma tan particular. No puedo creerlo, no me creo a mi misma, cómo llegué a este punto. Ya no tengo excusa del tiempo libre, jaja! Mañana rindo un examen re complicado, y acá estoy, hace horas sentada frente a los libros, y aún así, no queda nada, leo sin leer, no tengo la concentración suficiente para apartarte más, hoy menos, no tengo idea de qué fue lo que me llevó a llegar nuevamente a esto, quizás si, simplemente viniste a mi, en esos días débiles, decidí buscarte y te vi, feliz con alguien más. Todo bien, me alegro muchísimo por ambos.
No me siento una loca, no lo soy, no soy como esas personas de las películas, aunque hoy deseo muchísimo que llegue el momento donde todo se soluciona, todo cambia, y son felices para siempre. Pero… pequeño detalle, eso no es la vida. La vida consta de todos los momentos en que uno no es del todo feliz, buscando o esperando algo: EL GRAN MOMENTO, que rara vez llega en este mundo que nos toca vivir. A vos aparentemente te llegó, es genial que seas de esos beneficiados.
Espero algún día comprender por qué jugaste así conmigo, cuál fue mi error, para aún hoy, seguir con este tema latente, donde en donde sea que te encuentres dentro de mi, me sigas taladrando así la cabeza, apretando el pecho, y haciéndome un nudo en el estomago.
No hay rencor, ya pasó demasiado tiempo, y por algo hoy, aunque todo, aún tengo estos sentimientos hacia vos…  
Julieta A.
.