martes, 28 de diciembre de 2010

Te veo triste, sufriendo en silencio, me dan ganas de abrazarte, ayudarte, sacarte de ese pozo. Pero al querer decirte todo, no te digo nada. Me gustás tanto.
Siempre que te veo, me das esos abrazos amistosos, tan ligeros, ansío que no terminen, que te quedes horas hablando conmigo, que dejes ir todo eso que te lastima, y no te deja ser la persona que eras.
Es raro volver a verme escribiendo acá, sobre otra persona, pero no soy yo la que elige qué sentir. De todas formas, agradezco poder terminar este 2010 de otra forma, con nuevas ilusiones, peleando por una persona buena que lo vale.
Espero el 2011 sea un año de cambios, buenos, donde pueda cumplir tantos de los deseos que llevo conmigo hace tiempo. Espero también dejar atrás todo lo que me hizo mal, y llevó a que pierda tiempo valioso de mi vida. 
Lo que no mata nos hace más fuertes, dicen. Por eso es que hoy soy más fuerte que ayer. A seguir peleándola, pasándola bien, disfrutando de esta vida que nos toca vivir.
A vos, te deseo que en el próximo año aprendas a ver más allá del dolor, mas allá de ese horizonte tan nublado que hoy no te deja ver el cielo azul. Que seas feliz. 
Juliett A.